La conservadora es una rama de la odontología restauradora que se ocupa de la conservación, prevención y terapia de la estructura dental, tanto para problemas congénitos (elementos conoides, discromías) como adquiridos (caries-traumas).

Los materiales que generalmente se utilizan para este fin son: composites y cerámicas. Estos materiales tienen excelentes características y tienen una amplia gama de colores y tonalidades que permiten que incluso los empastes muy extensos sean casi invisibles y tienen una excelente capacidad de pulido que los hace muy similares al esmalte natural.

En el caso de cavidades de pequeño y mediano tamaño se realizan restauraciones directas; en el caso de grandes cavidades se utilizan incrustaciones de alta precisión, que se pueden realizar en pocos días.

La realización de una incrustación implica una preparación particular de la cavidad cariosa (o de la parte del diente que debe ser reconstruida) seguida de una impresión que va al laboratorio dental, que preparará una verdadera incrustación de composite del color y la forma óptimos. el cual será cementado por el dentista directamente al diente a reconstruir.

La odontología conservadora debe ir acompañada de medidas profilácticas personalizadas para evitar la recurrencia de las lesiones cariosas.

Un buen programa preventivo incluye sesiones de higiene bucal, revisiones semestrales y aplicaciones de flúor tanto profesionales como domiciliarias u otros materiales profesionales.